Querido diciembre:
Bienvenido a mi vida. Sé que últimamente ando a mil revoluciones por minuto, pero es necesario continuar así si quiero conseguir mi propósito de vivir de la escritura. No es fácil, lo sé. No obstante, tengo ayuda. Mucha. Más de la que piensas. Y estoy agradecida por ello.
Hay noches que caigo rendida en la cama, pero creo que merece la pena. Estoy aprendiendo de los profesores, de los ponentes y, sobre todo, de los compis (que son un regalazo). Así que no puedo darte más que las GRACIAS por todo lo que me han traído tus hermanos octubre y noviembre.
Por cierto, ¡saco novela nueva! ¿Lo sabías? Te cuento: es una historia contemporánea llena de besos, chocolate y segundas oportunidades. Deseo que te guste.
Y nada, que espero caminar contigo de la mano hasta el nuevo año con la misma ilusión de siempre y vivir una Navidad llena de abrazos y amor.
¡Ah! Y dile a tu papá enero que se porte aún mejor 😉
Besos,